La Opera de Sidney, icono de Australia

Uno de los edificios más emblemáticos de Australia, y uno de los más simbólicos del siglo XX a nivel internacional es la Opera de Sidney. Esta majestuosa construcción  fue inaugurada en 1973 y en el año 2007 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Jorn Utzon, arquitecto danés, es su diseñador y gracias a esta obra obtuvo el Premio Pritzker de arquitectura, podríamos decir que es el equivalente a un premio Nobel en esta disciplina.

Está situada en Bennelong Point en el puerto de la ciudad, tiene cuatro auditorios principales para Ópera, danza, conciertos y teatro. En el año realiza más de 2.400 eventos y recibe más de 4 millones de visitas, por lo que se puede decir que no solo es una referencia arquitectónica, es además un importante epicentro cultural y artístico.

El diseño es impactante e innovador, conformado por una serie de grandes conchas prefabricadas, cada una tomada de la misma semiesfera, que forman las bóvedas de la estructura. El arquitecto estudió minuciosamente el contexto y el lugar donde el edificio estaría localizado, por eso no es casualidad que su forma se asemeje a los grandes barcos y sus velas que pasan por allí.

Su privilegiada ubicación le permite ser vista desde cualquier ángulo, desde el mar, hasta los Jardines Botánicos Reales que se encuentran en la parte posterior. Si deseas tomar una buena fotografía, desde el puente Harbour lograrás una gran postal.

Además de sus instalaciones para producciones de teatro, ópera o conciertos, este complejo cuenta con otra serie de espacios en los que se celebra otra clase de eventos como conferencias, bodas, fiestas, etc. Podemos nombrar por ejemplo la sala de exposiciones, la sala de grabaciones, cinco salas de ensayo, 42 camerinos, dos restaurantes, seis bares, librería y numerosas tiendas de souvenirs.

Definitivamente esta construcción se ha convertido en un icono de la nación, de hecho, el edificio de la Opera de Sidney ha sido usado como la base del logotipo oficial de los juegos olímpicos de Sidney 2000. Cabe destacar además que estuvo seleccionada entre las 21 finalistas para ser reconocida como una de las nuevas siete maravillas del mundo, al final no fue seleccionada, pero méritos no le faltaron.

Foto Vía Christopher Blizzard